Tuvimos la oportunidad de aprender sobre el viaje en mosaico de la artista Kathy Schaffer, radicada en Pilot Butte, Saskatchewan.
Aquí está en sus propias palabras:
Una casa naranja se encuentra en las praderas de Saskatchewan, con un pequeño arroyo que serpentea en el hueco de abajo. ¡Allí es donde crecen las espadañas! Hay paneles solares en el techo que captan el último sol del día y, si miras de cerca, puedes notar que la casa no es exactamente como cualquier otra casa. Todo es suave y redondeado. ¿Podría ser porque las paredes están hechas de fardos de paja? Sí, creo que lo son; tal vez paja de avena. Y en esa casa de fardos de paja hay un pequeño estudio enclavado en ese pequeño rincón (la tercera ventana desde la izquierda) y en ese pequeño estudio... ¡es donde creo mi arte en mosaico!
Parece que siempre he hecho mosaicos, pero eso podría deberse a que desde muy joven era una ávida aficionada a los rompecabezas... ¡y todavía lo soy hoy! Pero los mosaicos reales empezaron a aparecer hace unos 25 años cuando mi hermana y yo vimos una mesa de mosaico en una revista de jardinería y dijimos: "podríamos hacer eso"... y lo hicimos. Tomamos un martillo y destrozamos algunos azulejos de cerámica que habían quedado de la renovación de un baño y creamos "La mesa de la tortuga". ¡Sigue siendo mi mesa favorita hasta el día de hoy!
Trabajamos juntos durante algunos años, creando mesas, bandejas y espejos en forma de taza de té y llevando nuestras creaciones a ventas de artesanías donde eran muy populares, ya que no había nadie más que hiciera mosaicos en ese momento en nuestra zona.
Básicamente usamos baldosas recuperadas y todo lo que pudimos conseguir.
Más adelante, mi hermana tomó un camino creativo diferente, pero yo me quedé con los mosaicos. Con el paso de los años, a medida que se fueron encontrando diferentes mosaicos y materiales disponibles, experimenté y comencé a crear diseños más intrincados utilizando mosaicos vítreos, vitrales y porcelana rota, a menudo incorporando elementos interesantes como llaves, espejos, ágata o incluso mariquitas en mis diseños.
Creé Kattail Acres como empresa en 2016, cuando me jubilé de una carrera en TI y contabilidad, y desde entonces no he parado. Los años de pandemia han sido mis años de mayor éxito, ya que comencé a crear kits de mosaicos para hacer yo mismo como una forma de compartir mi arte y mi artesanía.
Me encantan todos los diferentes aspectos del mosaico (¿existe esa palabra?): todo, desde usar la sierra de cinta para cortar las formas de mi kit hasta pintar las partes traseras, hacer los mosaicos reales, aplicar lechada, hacer marketing e incluso la contabilidad.
Los anuncios de Facebook me funcionan bien para hacer correr la voz sobre nuevos kits o arte que he creado e Instagram es donde “mi gente” pasa el rato y donde se dan las tutorías. Envío un boletín trimestral por correo electrónico a mis suscriptores con noticias sobre mis próximos eventos y clases. También tengo un sitio web de GoDaddy, pero para ahorrar costos tengo una tienda en línea gratuita en Square que solo cobra tarifas de tarjeta de crédito y una pequeña tarifa de transacción.
Realizo al menos siete exposiciones y mercados de arte en persona en mi zona. Tanto a mi marido Scott como a mí nos gusta hablar con la gente y explicarles lo que hacemos. Scott es una parte fundamental del negocio con su apoyo, crítica de diseño y ayuda en el taller, así como con su trabajo físico al trasladar mis cosas de una venta a otra.
Nunca he hecho un curso de mosaico, pero me inspiran los artistas de mosaicos de todo el mundo. Me involucré en el Comité de Artes de nuestra comunidad local en 2018 y el equipo insistió en que debía enseñar, así que, de mala gana (ya que nunca me gusta ser el centro de atención), comencé a enseñar en 2019 y ahora lo hago de manera regular.
Mi único consejo para quienes exploran mosaicos es que no se comparen con los demás... creen lo que les parezca bien y, si no les parece bien, hagan borrón y cuenta nueva y vuelvan a empezar. Yo hago esto todo el tiempo y siempre me sorprende lo que me depara la segunda o tercera vuelta. Me gusta decir que cuando las piezas me hablan, sé que lo he hecho bien. Si crean desde dentro y asumen algunos riesgos aquí y allá, se sorprenderán de lo que sucede.
Mi único consejo para los que exploran mosaicos es que no se comparen con los demás... creen lo que les parezca bien y si no les parece correcto, borren el pizarrón y comiencen de nuevo.
Descubrí Artsy Crafts hace poco y me encantó encontrar un proveedor canadiense de mosaicos 🇨🇦. Me encantan sus piezas de cerámica y estoy emocionada de que estén ampliando su selección de mosaicos de vidrio y con brillantina. Hacen los envíos rápidamente y siempre puedo confiar en que me entregarán el producto a tiempo. ¡Gracias Artsy Crafts por apoyar a los artistas canadienses del mosaico!
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